Pintor, fotógrafo, y escultor surrealista con una incomparable prodigiosa habilidad para representar lo oscuro. Sus pinturas, representan siniestros y extraños fotogramas introspectivos, y fueron un verdadero paso hacia el desarrollo del surrealismo distópico. Nos referimos a Zdzisław Beksiński.
Beksiński representa en sus pinturas una perspectiva macabra de la distopía. Entre lo elementos más comunes en sus obras, se encuentra la sangre, esqueletos, horror, infierno y muchos aspectos oscuros de la vida y la muerte. Mostró con su arte la horrible imagen de una naturaleza sangrienta, más allá de los límites de la realidad.
Zdzisław Beksiński. |
Zdzisław Beksiński nació en 1929 en la ciudad de Sanok, al sur de Polonia. Sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, y creó interesantes obras de arte durante la época comunista en Polonia, un oscuro período en el que las formas de creatividad y arte estaban mal vistas, especialmente por el Gobierno Soviético. Beksiński, estudió arquitectura en Cracovia antes de regresar a su ciudad natal (Sanok), a mediados de la década de 1950. Sus primeras incursiones en el arte, fueron como escultor y fotógrafo.
Beksiński hizo la transición de fotógrafo a pintor durante la década de 1960. Usaba sus propias fotografías para inspirar sus obras. Fotografías como tierras áridas, rostros tristes, deformaciones de la piel, etc, lo ayudaron estructurar y concebir imágenes surrealistas tan extrañas. Huesos, cráneos y monstruos, formaron los rasgos característicos de un expresionismo que representaba dolor, sufrimiento, miedo, depresión y ansiedad.
En la década de 1980, el arte de Zdzisław Beksiński comenzó a alcanzar el éxito internacional. A partir de la década de 1990, comenzó a usar tecnología informática, incluída la fotografía digital y la edición, para inventar nuevas formas de arte moderno surrealista.
El final de la década de 1990 fue un período oscuro para Beksiński. Comenzó con la muerte de su esposa Zofia, en 1998. Más tarde, en 1999, su hijo Tomasz se suicidó, un suceso del cual, Beksiński nunca se recuperó. Después de la muerte de su hijo, Beksiński se mudó a Varsovia, y siempre trató de alejarse de los medios de comunicación y la esfera pública.
A pesar de la oscuridad y el horror de su arte, se sabe que Beksiński era un hombre muy positivo y con un gran sentido del humor.
La vida de Beksiński concluyó con un terrible final en 2005, cuando fue asesinado a puñaladas en su casa de Varsovia por un conocido de 19 años. Según los informes, el motivo del crimen fue que Beksiński, se negó a prestar dinero al adolescente. Su asesino fue identificado más tarde como Robert Kupiec, el hijo adolescente de la persona que cuidaba de Beksiński. Kupiec fue declarado culpable y sentenciado a 25 años de prisión. Beksiński tenía 75 años cuando fue asesinado.
Actualmente el arte de Zdzisław Beksiński sigue vivo, recibiendo incluso más aclamación internacional a título póstumo. Uno de sus más célebres admiradores es el famoso director de cine mexicano Guillermo del Toro, quien ha dirigido películas como The Shape of Water (ganadora del Oscar a la mejor película en 2017), o El Laberinto del Fauno, entre muchas otras. Del Toro dijo en una ocasión: "Beksiński parece creer que el arte es una advertencia sobre la fragilidad de la carne. Cualquiera que sea el placer que conocemos, está condenado a perecer, por lo tanto, sus pinturas logran evocar de inmediato el proceso de decadencia y la lucha continua por la vida. Tienen dentro de ellos una poesía secreta, manchada de sangre y óxido".
Y aquí concluye esta publicación. Le animamos a que busque usted libremente más obras de este singular artista, ya que son muy numerosas y no tienen desperdicio.
Beksiński hizo la transición de fotógrafo a pintor durante la década de 1960. Usaba sus propias fotografías para inspirar sus obras. Fotografías como tierras áridas, rostros tristes, deformaciones de la piel, etc, lo ayudaron estructurar y concebir imágenes surrealistas tan extrañas. Huesos, cráneos y monstruos, formaron los rasgos característicos de un expresionismo que representaba dolor, sufrimiento, miedo, depresión y ansiedad.
En la década de 1980, el arte de Zdzisław Beksiński comenzó a alcanzar el éxito internacional. A partir de la década de 1990, comenzó a usar tecnología informática, incluída la fotografía digital y la edición, para inventar nuevas formas de arte moderno surrealista.
El final de la década de 1990 fue un período oscuro para Beksiński. Comenzó con la muerte de su esposa Zofia, en 1998. Más tarde, en 1999, su hijo Tomasz se suicidó, un suceso del cual, Beksiński nunca se recuperó. Después de la muerte de su hijo, Beksiński se mudó a Varsovia, y siempre trató de alejarse de los medios de comunicación y la esfera pública.
A pesar de la oscuridad y el horror de su arte, se sabe que Beksiński era un hombre muy positivo y con un gran sentido del humor.
La vida de Beksiński concluyó con un terrible final en 2005, cuando fue asesinado a puñaladas en su casa de Varsovia por un conocido de 19 años. Según los informes, el motivo del crimen fue que Beksiński, se negó a prestar dinero al adolescente. Su asesino fue identificado más tarde como Robert Kupiec, el hijo adolescente de la persona que cuidaba de Beksiński. Kupiec fue declarado culpable y sentenciado a 25 años de prisión. Beksiński tenía 75 años cuando fue asesinado.
Actualmente el arte de Zdzisław Beksiński sigue vivo, recibiendo incluso más aclamación internacional a título póstumo. Uno de sus más célebres admiradores es el famoso director de cine mexicano Guillermo del Toro, quien ha dirigido películas como The Shape of Water (ganadora del Oscar a la mejor película en 2017), o El Laberinto del Fauno, entre muchas otras. Del Toro dijo en una ocasión: "Beksiński parece creer que el arte es una advertencia sobre la fragilidad de la carne. Cualquiera que sea el placer que conocemos, está condenado a perecer, por lo tanto, sus pinturas logran evocar de inmediato el proceso de decadencia y la lucha continua por la vida. Tienen dentro de ellos una poesía secreta, manchada de sangre y óxido".
Y aquí concluye esta publicación. Le animamos a que busque usted libremente más obras de este singular artista, ya que son muy numerosas y no tienen desperdicio.
Cordiales saludos.
Oniria Misterio
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