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SANATORIO DE TUBERCULOSOS DE ESPUÑA

                  ANTIGUO SANATORIO DE TUBERCULOSOS DE ESPUÑA








Hola amigos del misterio. Un cordial saludo a todos.


El lugar que hemos escogido para inaugurar esta página, está más que a la altura, en lo que a temática y concepto que pretendemos transmitir en ella, se refiere.



Decidimos empezar esta sección con él por varias razones, aunque las principales de ellas, han sido el perfecto conocimiento del enclave, y el material del que disponemos, con lo cual, nos pareció perfecto iniciar este espacio con un titán del misterio como este.

El edificio que vamos a abordar en esta primera investigación, es considerado por muchos, como uno de los lugares con más actividad paranormal del país, y el cual, hemos tenido la oportunidad de visitar e investigar multitud de ocasiones.

Acompáñenos en este minucioso recorrido por el lúgubre y misterioso…

SANATORIO DE  TUBERCULOSOS DE ESPUÑA

LOCALIZACIÓN

El sanatorio, se ubica en pleno corazón de la Región de Murcia, en Sierra Espuña, una escarpada zona montañosa, de la que una gran extensión (17804 Ha), está catalogada como Parque Natural Regional, y que abarca los términos municipales de Alhama de Murcia, Totana, Aledo y Mula. Su cumbre más alta, es el Morrón Alto (1585msnm).

Imagen tomada desde el torreón, hacia el ala de poniente. Al fondo, dos cumbres de Sierra Espuña al fondo, alzándose sobre la densa vegetación.
     
Frondosos bosques de pinares, encinas en las zonas más altas y un tupido sotobosque, pincelan el paisaje circundante, mientras que sinuosas carreteras, con peligrosas y continuas curvas, son el único acceso al enclave.

Cabe destacar la presencia de fauna salvaje, senderistas, ciclistas y deportistas de montaña en general, dado el propicio entorno para ello, por lo que es conveniente extremar la precaución a la hora de visitar el lugar, independientemente del medio de transporte en el que nos desplacemos hasta él (coche, moto, bicicleta, caminando…), ya que por las tortuosas trazadas de las carreteras descritas con anterioridad, riesgos de este tipo, están siempre presentes.

El sanatorio, está emplazado en una zona perteneciente a la pedanía de El Berro, perteneciente ésta, a su vez, al término de Alhama de Murcia.

Fotografía nocturna desde el torreón central hacia el ala este. Pese a la tenue luminosidad, se pueden vislumbrar las siluetas de los poblados pinares del entorno. También se aprecia el estado deplorable de algunas zonas del tejado. Al fondo, la contaminación lumínica de Alhama de Murcia.
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HISTORIA


    El sanatorio al filo del ocaso.


Nosotros, nos limitaremos a contar brevemente la historia que conocemos, tras un arduo trabajo recabando numerosos datos recogidos en documentos y textos. Aunque la fuente de documentación estrella para este artículo, ha sido una magnífica película-documental, realizada por Valentín Sarabia, la cual, es una de las mejores fuentes de información que se pueden obtener sobre el sanatorio de Espuña. Este largometraje de corte documental, cuenta, aparte de con una fiable documentación, con magníficas fotos de archivo, entrevistas, y un interesantísimo testimonio del sepulturero de Alhama de Murcia, quien, de manera totalmente altruista, ha conseguido localizar a muchos cadáveres sin reclamar procedentes del sanatorio, que fueron enterrados en una fosa común del cementerio dela localidad de Alhama. Con su testimonio, nos podremos hacer una idea de la cantidad de personas que fallecieron en este lugar víctimas de la tuberculosis, y de cómo sería la atmósfera que envolvería al sanatorio durante sus tiempos más tristes y oscuros.

Foto de archivo del sanatorio. En ella, se pueden ver a los enfermos, al sol en las amplias terrazas del edificio.
    

Recomendamos fervientemente este largometraje a todo a aquel que quiera profundizar un poco sobre este misterioso enclave y esta horrible enfermedad. Aquí, os adjuntamos el link al mencionado vídeo de Valentín Sarabia.




Bien, comencemos con la historia:

Dado el funesto y terrible panorama que estaba causando la tuberculosis a nivel mundial, se deciden construir una serie de centros para intentar sanar a estos enfermos, y mantenerlos en constante observación. Al mismo tiempo, los aislaban de la población, evitando así todo lo posible que la epidemia se recrudeciese, debido al gran riesgo de contagio que tiene esta enfermedad. Por ello, estos lugares se hallaban en parajes recónditos entre montañas, e incluso, algunos de ellos eran autosuficientes, debido al grado de aislamiento que tenían.

Imagen de archivo en la que se puede ver a los enfermos tomando sus baños de sol en las amplias terrazas del sanatorio de Espuña.
     
Se inicia así un programa para construir este tipo de centros en todo el mundo y, por ello, se construyen en España varios edificios con esta finalidad. El Sanatorio de Sierra Espuña, fue uno de ellos.

Imagen de archivo en la que vemos el sanatorio todavía en proceso de construcción.
     

Por citar algunos de los que también se construyeron en el país, fueron, entre otros: el sanatorio de Alfaguara (Granada), el sanatorio de La Barranca (Madrid), el sanatorio de La Marina (Madrid), el Sanatorio de Torremanzanas (Alicante) y muchísimos más que no pasaremos a nombrar por no extendernos demasiado. Dejaremos que seáis vosotros quienes busquéis más información si os apetece y sentís curiosidad.

Sanatorio de la Barranca, Madrid.
     
Sanatorio de La Marina, también en Madrid.
     
La construcción comienza a finales del año 1913. Durante los meses estivales, vecinos y voluntarios, van levantando lentamente el edificio, mientras que, el resto del año, se dedican a recaudar los fondos necesarios para continuar la obra. En 1917, se termina la primera planta del sanatorio. Durante los años de la República, las obras pasan por su peor momento debido a las directas confrontaciones del Patronato con las autoridades republicanas, y no es hasta 1931 cuando las obras se ceden al estado, concluyéndose la construcción del edificio en el año 1934, e inaugurándose y haciendo su apertura oficial en noviembre de 1935.

El sanatorio constaba de sótano, planta baja, primera y segunda planta. Más tarde se edificaron aparte la casa del conserje, cocheras, cuadras, depósito de cadáveres, capilla y velatorios, así como un acueducto para recoger el agua procedente de la lluvia y el deshielo de la sierra.

Pequeño cobertizo del pozo, situado en el patio de la zona norte.

Pozo en el interior del cobertizo.

La casa del conserje o guarda, separada del edificio principal por unos escasos 50 metros.


Lo que queda de la zona de cocheras y cuadras, también dentro del perímetro de la casa del conserje.

Llegó a contar con 50 empleados, entre médicos, personal sanitario, mantenimiento, etc.

Fotos de archivo. Disculpen la calidad.
         
El centro, funcionó como sanatorio antituberculoso hasta el año 1962. El avance de la medicina y el descubrimiento en el año 1943 de la estreptomicina (el fármaco gracias al cual es posible que, a día de hoy, la tuberculosis esté prácticamente erradicada), hicieron que las enfermedades que allí se trataban disminuyeran considerablemente hasta que, poco a poco, las casi 200 camas del sanatorio se vieron vacías. El 10 de Mayo de 1962, los últimos enfermos son trasladados al Hospital Provincial de Albacete, y el Sanatorio de Espuña, cierra oficialmente sus puertas como centro sanitario después de casi tres décadas en activo.

Imagen de archivo del quirófano, en la primera planta.
            
Tras permanecer un corto periodo de tiempo cerrado, se rehabilitó durante casi dos décadas  como escuela-hogar para niños desfavorecidos, en la que se impartía doctrina y formación falangista, muy típica de la época. Después, a principios de los 80, se realiza una fuerte inversión económica y se restaura una parte del edificio (el ala este y una pequeña parte del ala oeste), con el fin de utilizarlo como albergue juvenil. Éste, abre sus puertas en 1982, aunque sufre esporádicas épocas de abandono invernal en esta etapa. Finalmente, por su insostenible presupuesto cierra de manera definitiva sus puertas en el año 1995, y así se mantiene hasta la fecha.

Imagen de archivo. En la época de escuela-hogar.
      
En esta imagen, tomada en el patio de la zona sur, se puede  apreciar claramente la parte que se restauró, y la que no. La parte derecha, color asalmonado, fué retocada para la etapa de albergue juvenil, mientras que la parte de la izquierda, de color blanco, no se volvió a utilizar después de que el centro, dejara de ser una escuela-hogar. La diferenciación de ambas partes en esta fotografía, es muy clara. Justo a esa altura, se encontraba la tapia divisoria.
     
Cabe mencionar que existen cientos de reseñas y testimonios de fenomenología paranormal en el edificio, tanto en su época de escuela-hogar, como en su etapa de albergue juvenil, aunque especialmente durante esta última, tras las obras de remodelación. Al parecer, es un denominador común en estos sitios encantados, el que la actividad paranormal, se dispare tras cambios de uso o restauraciones que se realicen en ellos.

EL LUGAR EN SÍ

La verdad es que no es fácil describir la sensación que se tiene al contemplar por primera vez el sanatorio desde el filo de la carretera. Pese al acusado deterioro del mismo, este lugar irradia misterio y oscuridad desde el mismo momento en el que se vislumbra, y su primera impresión, no deja indiferente a nadie.

Vista del sanatorio desde la carretera.


Cualquiera queda impresionado cuando ve alzarse majestuosamente este monumental edificio entre los bosques de Sierra Espuña. Cuspidado por tres imponentes torreones, y con una inmensa fachada punzada por múltiples ventanas y puertas, podemos imaginar la enorme cantidad de habitaciones y dependencias que este inmueble alberga. Éste, consta de dos plantas, un sótano, dos plantas parciales adicionales que forman una especie de pabellón central, y los torreones, cada uno de los cuales, tiene su acceso independiente.

Imagen tomada en la primera planta, en la parte oeste del sanatorio, donde se pueden ver las escaleras de acceso a la parte oeste del edificio, y por tanto, también al torreón de ese ala. Como se aprecia en la fotografía, abajo a la izquierda, el tramo de la planta baja está totalmente derrumbado, y utilizar estas escaleras puede ser muy peligroso.

Foto de la parte sur, donde se encuentra la entrada principal al edificio, y en la que podemos ver el torreón central.

Hay varias maneras de entrar al complejo, aunque, en nuestra última visita al lugar, las puertas de la parte norte (trasera), estaban abiertas, por lo que recomendamos acceder por ahí, evitando de esta manera riesgos y accidentes innecesarios.

Imagen de la zona norte (trasera), con la puerta abierta.

 Entrada opcional a pocos metros de la puerta.

Una vez se accede al recinto por la parte norte, lo más aconsejable, es rodear el edificio, y entrar por la entrada principal ubicada en la parte sur, la cual, da justo de frente a la carretera.

 Entrada principal del sanatorio.


Carteles de prohibición.

Al llegar a las escaleras que llevan a la puerta de la entrada principal, podemos observar las amplias terrazas con orientación sur a lo largo de todo el edificio, donde los enfermos, tomaban sus abundantes baños de sol y respiraban el aire puro de la montaña, tal como dictaban las normas sanitarias de la época en lo que a la tuberculosis concernía. El sanatorio de Espuña, estaba considerado por su altura, clima y ubicación geográfica, como uno de los mejores del mundo.


Foto de archivo. Disculpen la calidad.

Una vez subidas las escaleras, entramos por la puerta principal y accedemos al recibidor, una amplia sala donde, en su día, estaría ubicada la recepción. Hay una habitación a la izquierda, y otra a la derecha, las cuales, creemos que serían despachos. Éstas, tienen acceso directo a los pasillos.

Introduciéndonos un poco más, a la izquierda, hay unas escaleras que conectan directamente con el recibidor de la planta superior, y desde las que se puede acceder a cualquier planta del edificio.

El recibidor. A la izquierda, el hueco del ascensor y las escaleras mencionadas.

Unos metros más adelante, se encuentra el cruce de pasillos, una de las zonas más eléctricas del lugar. Cualquiera queda impresionado (a pesar del estado semirruinoso del edificio) al contemplar los tétricos e interminables pasillos con culminación curva del enclave, poblados por cientos de habitaciones, llenos de escombros, múltiples tipos de porquería, casi totalmente saqueado, y con acusados signos del más bárbaro vandalismo (tabiques tirados, ventanas destrozadas, pintadas por todos sitios, etc...), lo cual, nos sumerge en un profundo sentimiento de tristeza que nos hace avergonzarnos de muchos de nuestros congéneres.


Imágenes de los pasillos de la planta baja o principal.


Si avanzamos, nos encontramos a la izquierda con otras escaleras desde las que también se puede acceder directamente a cualquier planta del edificio. Cabe destacar que hay dos escaleras más, similares a éstas, situadas en cada extremo de las dos alas, aunque algunas de ellas, están impracticables.



 Escaleras en la planta principal.

Continuamos y nos encontramos una gran sala diáfana y sin mobiliario alguno (norma general en todo el edificio), sólo con los pilares, unos aseos y, al fondo, una amplia sala muy luminosa, con enormes ventanales.

 Sala de los ventanales, muy similar al quirófano, situado justo encima.

Una vez en esta planta, es de carácter casi obligado (sobre todo para los amantes del misterio), recorrer los inmensos pasillos de ambas alas, y dejar a la imaginación divagar con cómo sería este lugar cuando estuviese rebosante de actividad. Y como no, estremecerse al pensar en las miles de tristes historias que acontecieron tras estos muros. Por no mencionar el enorme flujo de personas que habrán pasado por aquí, ligadas a sus sentimientos y a sus miles de anécdotas, parte de las cuales, de algún modo se han quedado adheridas a este lugar en forma de impregnación energética durante sus casi cien años de vida.

Pasillo oriental de la planta baja.

Sin olvidar que en algunos momentos de su historia, éste fue un sitio horrible donde la muerte, la desdicha y el sufrimiento, reinaron por muchos años. De alguna manera, todo este cúmulo de energías, improntas y emociones, han pasado a formar parte del lugar como otro propio rasgo característico más.

Enorme sala situada en el ala este. En ella se aprecia que fué restaurada para la última etapa activa del centro, cuando éste era un albergue juvenil. Al parecer, se trata de un antiguo salón de actos, y en ella quedan restos de lo que parece, era una especie de escenario o tarima.

Al adentrarse en los pasillos de la planta principal y sus estancias, se experimenta un extraño sentimiento, teniendo muchas veces la impresión (tal vez sugestionada), de que alguien nos está observando y nos acompaña allá donde nos dirijamos por el edificio. Estas sensaciones, son mucho más amplificadas en algunos puntos concretos del recinto, y se podría decir que son una seña de identidad del Sanatorio de Espuña.



Inquietantes imágenes de los pasillos de la planta principal.

Cabe reseñar que, una gran parte del ala oeste (tanto en sótano, como planta principal y primera planta), no ha sido modificada ni restaurada, y conserva la arquitectura y acabado de la construcción original.


En esta imagen, se aprecia donde estaba la tapia que dividía la zona activa de la no utilizada en la época de albergue juvenil. También es una muestra de ello, el acabado de pintura de uno y otro lado, así como los distintos aspectos y colores de los marcos de las ventanas.

Esta parte estuvo tapiada desde que el edificio dejó de ser escuela-hogar, hasta que los vándalos y expoliadores, amparados por el aislamiento del lugar, asaltaron el ala oeste tapiada del sanatorio, trayendo como consecuencia un largo peregrinaje de saqueadores e individuos de varios tipos al lugar que, poco a poco, fueron moldeando el lamentable aspecto que luce actualmente el edificio.


El ala oeste de la planta baja, pasada la tapia divisoria que antaño, separaba la parte remodelada de la original. Justo donde el pasillo comienza a curvarse.

Puede que por ello, esta parte del edificio siempre parece estar más activa, en lo que a fenomenología paranormal se refiere. Además, se puede respirar la antigüedad y percibir la especial energía que esta zona del sanatorio irradia.

De nuevo, el pasillo occidental de la planta baja.

Otro dato importante a tener en cuenta, es la cantidad de ritos esotéricos realizados en el lugar, hechos que creemos, pueden tener un enorme peso a la hora explicar el gran volumen de fenomenología paranormal registrado en el enclave. Dada la naturaleza del lugar, (con un amplio historial de acontecimientos negativos, como muerte, tristeza y sufrimiento a sus espaldas), podría ser un hábitat perfecto para peligrosas entidades negativas que, muchas veces son "traídas" desde la ignorancia y la temeridad por inexpertos jóvenes en busca de adrenalina (haciendo sesiones de ouija, espiritismo, etc en el edificio). Sin embargo, otras veces, las "traen" gente más experimentada en las ciencias ocultas, realizando rituales más "serios", en los que invocan y abren portales a entidades que pueden llegar a ser muy peligrosas. Si alguien se anima a ir, podrá comprobar que todo el edificio está repleto de simbología maléfica.

Imagen en la que podemos ver un pentáculo con seises. No hace falta decir que se trata de simbología oscura. Todo el edificio, está plagado de ella.

Bien, tras recorrer la planta principal, tenemos dos opciones: Subir por la escalera a las plantas superiores, o bajar al sótano. Nos decantamos por ir ascendiendo y dejar el sótano para el final, ya que es el "plato" más fuerte del lugar.

 Escaleras al torreón oriental.

Una vez ascendemos por las escaleras, nos encontramos una réplica total de la planta principal, con la especial diferencia de que era en esta primera planta donde se encontraban los enfermos más graves y terminales.  No podemos evitar sentir un escalofrío al pensar que en estas estancias murieron cientos de personas, y que eran muy pocas las que volvían a bajar o salir con vida de aquí. La sensación de malestar, opresión y de ser observados, es más acusada en esta planta.

 En la primera planta se ubicaba a los enfermos más graves.

En la zona norte (a la izquierda de las escaleras principales, según se sube), hay un pequeño pasillo con habitaciones a ambos lados, las cuales, suponemos que serían consultas, ya que, más adelante, al fondo, se encuentra lo que antaño fue el quirófano. Siniestro lugar sin duda, en el que tampoco podemos evitar entristecernos al pensar en la cantidad de vidas que se perderían en esta sala de gran luminosidad y enormes ventanales, ahora raída y castigada por los vándalos, el tiempo y el olvido. Es más que probable que en esta habitación se llevasen a cabo prácticas como la neumonectomía (extirpación del pulmón). Se dice que sobrevivían menos de un 5% de los pacientes a los que se les realizaba esta desesperada y agresiva técnica quirúrgica.

Imagen de lo que antaño, fue el quirófano.

Si salimos frontalmente del quirófano y avanzamos, nos encontramos con una encrucijada de pasillos idéntica a la de la planta inferior, y más adelante, lo que en otro tiempo fue la capilla, situada justo encima del hall de la planta principal y con un acceso por escaleras a la derecha. A la izquierda una ventana procedente de la primera habitación del ala este, que actualmente, se encuentra totalmente quemada. Esta habitación, tiene acceso directo al pasillo oriental.


 La puerta de la capilla, con ornamentaciones religiosas.

Lo que antaño, fué la capilla en su etapa de sanatorio. A la izquierda, la ventana que da a la presunta capilla y tiene acceso al pasillo oriental. 

A nivel personal, esta habitación es uno de los puntos más calientes del edificio, en el que muchas veces, hemos experimentado sensaciones desagradables y negativas durante varias visitas e investigaciones..

La habitación quemada.

¿Quién sabe qué ocurriría en esta habitación, para poder transmitir ese tipo de energía? Es una energía muy negativa y desagradable. La atmósfera en ella, es densa y pesada, puede que por los trágicos acontecimientos que pudieron acontecer en ella.

 De nuevo, la habitación quemada. En esta imagen, podemos apreciar la ventana que da a la capilla, en la primera planta.

No hay que olvidar que en esta planta, era donde destinaban a los enfermos más graves, y que ya sea por sugestión o porque realmente esos múltiples cúmulos de sentimientos negativos se quedaron de alguna manera grabados en estos muros, esta planta irradia una atmósfera distinta a cualquier otra parte del edificio.


Otra fotografía de la habitación quemada, uno de los puntos más activos del sanatorio, en nuestra opinión.

Ya mencionada la habitación quemada del pasillo oriental, procedemos a recorrer éste, encontrándonos una réplica exacta de la planta principal, con la salvedad de que, en esta planta, el tejado está en muy mal estado y es peligroso, ya que hay numerosos cascotes y tejas colgando que pueden caer en cualquier momento, causando graves lesiones en caso de alcanzar a alguien. Por ello, debemos extremar la precaución especialmente en este piso. Como mencionamos anteriormente, esta planta es completamente idéntica a la planta baja en cuanto a distribución.


El pasillo oriental de la primera planta.

Una vez recorrido el pasillo del ala oriental y sus estancias, volvemos sobres nuestros pasos para acceder de nuevo al hall de la primera planta, y continuar nuestro recorrido, esta vez por el pasillo del ala oeste, y sin dejar de recordar que al igual que la sala principal y el sótano, este ala tiene una parte que se tapió y no se volvió a utilizar una vez que el centro, dejó de ser escuela-hogar.


Otra imagen del pasillo oriental de la primera planta, en la que podemos ver el mal estado en que se encuentra el tejado en este piso. En el suelo, escombros por doquier. Se recomienda ir con precaución por esta zona.

Nos adentramos en el pasillo oeste y nos encontramos con una réplica exacta de la planta principal, al igual que el otro ala, salvo en una habitación de grandes dimensiones que se encuentra a la altura donde el pasillo comienza a curvarse. Esta sala está alicatada, y creemos que era la sala de cuidados intensivos, donde ubicaban a los enfermos más graves dentro de esta planta, la cual, como mencionamos con anterioridad, era en la que se ubicaba a los pacientes más afectados.

El pasillo occidental de la primera planta, justo donde empieza a curvarse. El sitio donde una etérea y luminiscente figura se apareció ante el asombro de un grupo de militares. A la izquierda, tras el agujero en la pared, la estancia que pensamos fué la sala de cuidados intensivos.

Fotografía de lo que pensamos, pudo ser la sala de cuidados intensivos, en el ala oeste de la primera planta. A la derecha, un curioso orbe. Creemos que se trata de polvo, aunque su aspecto, textura y opacidad, hacen que sea, como poco, curioso.

EL "INCIDENTE" DE LOS MILITARES

En este pasillo, hay algunas zonas "calientes", sobre todo al cruzar la parte que estuvo tapiada durante décadas, desde que el centro dejara de ser un centro para la tuberculosis en 1962. En esta parte (concretamente en la puerta oeste donde el pasillo comienza a curvarse), sucedió en 1985 el suceso paranormal más famoso y relevante del sanatorio. Decimos más relevante porque en él, estuvieron implicados unos militares que se encontraban de maniobras en la zona y que decidieron pernoctar en el edificio. En aquella época, éste se encontraba abandonado durante el invierno, y servía de refugio para forestales, montañeros y cazadores, principalmente. Aquí, os adjuntamos el link al vídeo del que sacamos esta información, y en el que se entrevista en el mismísimo sanatorio a uno de los militares implicados en aquellos hechos. Éste, más de 20 años después, relata directamente lo sucedido in situ a un equipo de periodistas e investigadores. Juzgad por vosotros mismos. Nosotros, procederemos a contar, con la máxima brevedad posible, el relevante “incidente”, basándonos en el testimonio del militar entrevistado. Nos parece una fuente bastante fiable, al ser uno de los testigos directos del acontecimiento y, además, su condición de militar, los cuales, no suelen contar algo de estas características por llamar la atención y alimentar leyendas urbanas engendradas por habladurías populares.




Bien, basándonos en el testimonio del militar que fue testigo directo de los hechos, esto es lo que ocurrió:

Un grupo de militares se encontraban haciendo maniobras por la zona. Cabe destacar que hay bastante presencia militar por la zona, ya que, Cartagena y Alcantarilla, ciudades con mucho peso militar, se encuentran a relativamente pocos kilómetros de estos parajes.

Decidieron pernoctar en el sanatorio, ya que éste se hallaba abandonado en aquella época. A pesar de que estos militares ya habían escuchado historias de fantasmas sobre el lugar, acabaron decantándose por él, ya que éste disponía de camas, lo cual sería mejor que dormir en incómodos sacos o a la interperie. Ésto, unido a la seguridad que sentían al ir fuertemente armados, fue lo que les hizo decidirse a pasar la noche ahí. No eran conscientes del acontecimiento que vivirían horas más tarde.

Los militares, debían efectuar una maniobra de guerrilla.

Se instalaron en la primera planta, ya que se encontraba en mejores condiciones que la inferior. Decidieron instalarse en el ala oeste, la parte antigua, en las habitaciones próximas al recibidor en el cual se encuentra la puerta tras cuyo umbral, el pasillo comienza a curvarse.

Establecieron las guardias y sus correspondientes turnos. Uno de los hombres, tomó el puesto de guardia, mientras los demás, se fueron a dormir.

Transcurrido un rato, los que se encontraban durmiendo en ese momento, se despertaron sobresaltados por un brutal alarido de terror y un grito de “¡Alto!”, emitido por el hombre que ocupaba el puesto de guardia, seguidos del inconfundible sonido que hace un arma al cargarla, y una ráfaga de disparos a continuación.

Todos ellos salieron corriendo a comprobar lo sucedido, y encontraron al hombre aterrado y mirando a una figura etérea fluorescente, que todos los testigos pudieron ver. Quedaron petrificados al contemplar cómo esa figura incorpórea y luminosa se desvaneció de repente en la oscuridad. Aunque, estuvo el suficiente tiempo para que todos los ahí presentes, pudieran verla con claridad. Actualmente, todavía pueden observarse (en estado muy deteriorado, teniendo en cuenta que esto sucedió hace más 30 años), los impactos de bala que alcanzaron la pared de la puerta al curvo pasillo occidental. Aunque hubieron más disparos, ya que éstos, también destrozaron las puertas abatibles de dos hojas que ahí habían, y algunos, alcanzaron al misterioso ser etéreo, el cual, según los testigos, ni se inmutó. Momentos más tarde, éste, se desvaneció en la nada bajo la atenta mirada de estos hombres estupefactos.


Si nos fijamos, a la derecha del marco de la puerta, se pueden apreciar los impactos de bala. Pruebas y testigos mudos del misterioso incidente con los militares. En la actualidad, se encuentran muy deteriorados y casi imperceptibles,  teniendo en cuenta que el suceso, ocurrió hace más de tres décadas.

Tras aquello, los hombres, aterrorizados, tuvieron que dar parte a sus superiores y a las autoridades del ámbito forestal, ya que, en Sierra Espuña, al tratarse de un espacio natural protegido, no se puede disparar munición real en maniobras. De modo que, acudieron guardas forestales y autoridades militares para documentar aquellos hechos, hacer un informe y tomar declaración a los implicados en el incidente. Éstos, narraron a las autoridades pertinentes los hechos ahí acaecidos. Pero, al parecer, por la naturaleza de éstos, se decidió dar como versión oficial, que se trató de una negligencia por parte del hombre que se encontraba de guardia, ya que la versión de los militares implicados, no les debió parecer muy políticamente correcta para hacerla pública (como suele suceder en este tipo de casos). Así que, finalmente optaron por dar la citada negligencia como versión oficial, y así quedó todo...

Bien, ya narrado este importante acontecimiento, procedemos a subir por las escaleras principales a la siguiente planta, la cual forma parte del pabellón central. Ésta, carece de largos pasillos (al contrario que las otras plantas inferiores y el sótano), y está repleta de habitaciones. Suponemos que eran para el personal y tareas relacionadas con el mantenimiento.


Segunda planta, parte del pabellón central. Creemos que esta zona, estaba destinada al mantenimiento del centro.

En esta panta, hay accesos a unas buhardillas en los tejados. Suponemos que se usaban para almacenaje y para realizar tareas de mantenimiento (reparación de tejas, etc). También hay un hueco de ascensor, y una escalera que conduce a la planta superior; la sala de máquinas.


 Entradas a las buhardillas. En ellas se almacenaban cosas, a la vez que servían de entrada para el personal de mantenimiento, a la hora de reparar el tejado, etc.
Hueco del ascensor, en la planta de mantenimiento.

Ascendemos a la citada sala de máquinas, donde se encuentra el aparataje del ascensor.


La maquinaria del ascensor, en la última planta.


En ella, hay varias estancias, y suponemos que su uso estaría relacionado con tareas de mantenimiento. También hay una escalera de caracol metálica que conduce a lo alto del torreón central, en el que hay más entradas de reparación, así como una gran terraza. Desde ella, se puede disfrutar de unas espectaculares vistas del sanatorio, incrustado en la frondosa cúpula forestal de sierra Espuña, y desde la que se pueden ver algunas de sus cumbres.A veces, incluso nevadas, si el lugar se visita en invierno y el clima es propicio.


 El sanatorio. Al fondo, Sierra Espuña nevada.

Espectaculares vistas del sanatorio desde el torreón central. Al fondo, Sierra Espuña entre brumas.


Tras subir a lo más alto del sanatorio, nos disponemos a bajar volviendo sobre nuestros pasos, a la zona más baja y lúgubre del edificio; el sótano.


Las escaleras. Nos dirigimos al sótano.

Descendiendo por las escaleras, bajamos planta por planta, hasta llegar al citado sótano.


 Parte central del sótano, situada justo debajo del recibidor de la entrada principal. Al fondo, en el centro, el pasillo a las cocinas y lavandería. En la imagen, se pueden apreciar varios orbes, debido a la cantidad de polvo en suspensión. No obstantes, hay algunos bastante singulares. Con este filtro, se realzan.

Una vez llegamos a él, a la izquierda, tenemos un pasillo quemado con azulejos, el cual, conduce a la zona de cocinas y lavandería. En él, hay varias salas como la cámara frigorífica, la sala de preparación, la cocina principal (donde actualmente, todavía queda la campana de extracción), la lavandería y algunas habitaciones más de este tipo.


Pasillo de la zona de cocinas y lavandería.


 La cocina. Como vemos, todavía se conserva la campana de extracción.

También en esta zona hay una sala con una rampa, diseñada para sacar e introducir cargas pesadas. La rampa cuenta con tres raíles redondeados para facilitar el deslizamiento de la carga. Se cuenta que por ella sacaban, al amparo de la noche, los ataúdes de los fallecidos. Se hacía durante la noche, mientras todos dormían para no afectar la psicología de los enfermos ingresados. Imaginemos el sentimiento y el declive emocional que supondría ver cómo todos están muriendo a tu alrededor y, además, ver constantemente los féretros de tus compañeros fallecidos. En aquellos años, el sepulturero venía en carro, y la rampa está situada en la parte norte, lejos de la vista de los enfermos, cuyas habitaciones, estaban ubicadas en la parte sur.  Además, la salida de esta rampa, da justo de frente con la puerta de la parte norte (trasera). Como decimos, se trata de una leyenda, pero podría perfectamente ser verdad.


La rampa por donde, supuestamente, se sacaban, al amparo de la noche, los ataúdes de los pacientes fallecidos en el sanatorio. Aunque no se aprecia con claridad en la fotografía, esta ventana da justo de frente con la puerta trasera del patio norte, por donde se dice que entraba el carro del sepulturero para transportar los féretros hasta el cementerio de Alhama de Murcia.

En esta imagen podemos apreciar como la rampa da justo al frente de la puerta trasera del recinto.


Volviendo sobre nuestros pasos por el pasillo quemado, llegamos a un cruce de pasillos. El de la izquierda, es más nuevo y se aprecia que tuvo uso también durante la etapa en que el edificio fué un albergue juvenil.


El ala oriental del sótano.

El de la derecha, se encuentra semitapiado y no se volvió a utilizar desde 1962. Ésta es para nosotros, la zona más tétrica y “cargada” de todo el lugar. El ambiente en él es viciado, opresivo y asfixiante (debido también a su escasa ventilación), y su aspecto es propio de la más escalofriante película de terror.


El pasillo oeste del sótano. Como vemos, todavía quedan los restos de la tapia.

Recorreremos ambos pasillos en profundidad más tarde.

Siguiendo adelante, nos encontramos con el hueco del ascensor, un tabique tirado, un conducto en el suelo semitapado. Al parecer, este conducto forma parte de un sistema subterráneo de túneles para la recogida de agua procedente de la lluvia y el deshielo, gracias al cual, el sanatorio se suministraba y abastecía de agua.


Ascensor, en el sótano.

Al fondo a la derecha, la sala de aparataje eléctrico. En la actualidad, todavía se pueden observar los restos de un transformador destrozado e inservible.


Al fondo, la sala de aparataje eléctrico. Podemos observar los restos de un transformador.

Saliendo de frente de la sala de transformadores, nos encontramos con la sala de calderas, en la cual están las mismas calderas, así como maquinaria y tuberías relacionadas con el sistema de calefacción.


 Las famosas calderas de la calefacción. Desmentimos que estas calderas se utilizaran como hornos crematorios, tal como cuenta una leyenda muy extendida por la zona.

Desde esta misma sala de calderas, se puede acceder (a través de un agujero que algún bruto hizo en la pared), al principio del pasillo este, a lo largo del cual, hay diversas estancias, así como un pasillo paralelo oculto tras el pasillo convencional, con habitaciones (suponemos que para el personal en la época de albergue) y con varias salidas al exterior del edificio.


Pasillo oriental,  al salir de la sala de calderas por el agujero en la pared.

Y, tras recorrer el reformado pasillo oriental, volvemos sobre nuestros pasos para adentrarnos en el pasillo semitapiado, al cual hay que acceder saltando literalmente los restos de tapia que todavía se conserva.


 El pasillo tapiado, la zona más tétrica y escalofriante del sanatorio.

Saltamos la tapia y la atmósfera del lugar se transforma inmediatamente. Ésta es, en nuestra opinión, la zona más siniestra del lugar, y el ambiente es más denso y viciado aquí. También es debido a la escasa ventilación de este sector del sanatorio. Se puede sentir. Es diferente. Todas las salas se encuentran situadas a la izquierda y algunas de ellas no tiene ventanas al exterior. Mientras, a la derecha sólo hay pequeñas ventanas que dan al exterior.


En la imagen, nuestra compañera Bea, saltando la tapia para adentrarse en el lúgubre pasillo occidental del sótano.

En realidad, no sabemos el uso que tuvieron las salas de esta zona, ya que es muy difícil encontrar información, y el edificio se encuentra totalmente saqueado y vandalizado, por lo que no hay pruebas o vestigios que puedan dar una pista definitiva del auténtico uso al que estas salas estuvieron destinadas. Pero usando la lógica, y comparando el tamaño, diseño y distribución de las habitaciones, se pueden sacar muchas conclusiones, a nuestro parecer, de sólida argumentación.

Al mismo saltar la tapia, nos encontramos a nuestra izquierda, una sala con una amplia puerta (más grande que las normales), lo que nos hace suponer que estaba diseñada para entrar y sacar bultos grandes. Por ejemplo camillas o ataúdes.  Esta sala, tiene otra entrada menos ancha, de tamaño normal.



 Primera sala al saltar la tapia del sótano. Como vemos, tiene una amplia entrada, diseñada para entrar y sacar camillas, o bultos de anchura similar. También, cuenta con otra entrada de dimensiones normales.

Continuando por el pasillo nos encontramos a la izquierda con varias salas, de las cuales, desconocemos su función. Suponemos que serían habitaciones, consultas, enfermerías, despachos, enfermerías, salas de aparataje eléctrico, etc.


Imagen desde el interior del pasillo tapiado, en el que se pueden apreciar las dos entradas a la sala descrita en la fotografía anterior.

Lo que creemos, fué la sala de amortajamiento. En ella, todavía se conservan unas baldas, que probablemente contenían sábanas o material similar. Asombrosamente, también conserva gran parte del suelo original, muy de de los años 30 y 40, de estilo similar al que tiene, por ejemplo, el Sanatorio de Agramonte, en Zaragoza, de la misma época que el de Espuña, aproximadamente.


Llegamos a una zona en la que nos encontramos con el hueco de una puerta de bastante anchura, la cual, también parece estar diseñada para entrar y sacar camillas. Justo al llegar a ella, hay una antigua pila (posiblemente de la morgue), así que, hay que tener cuidado de no tropezar con ella. Al pasar, a la izquierda, se encuentra lo que posiblemente fué la sala de amortajamiento, en la que se preparaba a los difuntos para velarlos.



 Otra imagen de la, posiblemente, sala de amortajamientos.

Al pasar este umbral, entramos a la parte donde el pasillo comienza a curvarse, y, donde, unos metros más adelante, creemos que se encontraba la morgue (ya que dispone de sumidero para el agua), así como despachos y salas que pudieron estar relacionadas con este ámbito. Finalmente, llegamos a un muro que nos indica el final de este ala del sótano, con el cual, concluímos este minucioso recorrido por el viejo sanatorio.


Fotografía de lo que pensamos, fué la morgue. Como se puede apreciar, aún se conserva la ramificación de la tubería del agua. Además, la habitación tiene una ligera pendiente para que en caso de derramarse algo, cayera al sumidero,  en la parte inferior derecha de la imagen. También se puede apreciar como la habitación apenas podía ser vista desde el exterior, y ésta se encuentra bastante aislada dentro del edificio. Rasgos característicos de este tipo de estancias.



 Imágenes de distintas estancias del pasillo tapiado.

Volvemos sobre nuestros pasos por el oscuro pasillo y abandonando esta zona para volver a subir por las escaleras a la planta principal y salir al exterior del edificio, notando mejoría física, y que, al hacerlo, una sensación de opresión nos abandona.

¿Puede que esa sensación opresiva que se experimenta en el interior de este sanatorio, sea el eco de los sufrimientos, tristeza y sentimientos negativos que sucedieron entre sus muros? ¿De alguna manera, nos contagia y nos afecta de manera física y mental temporalmente?


También, hay varias leyendas sobre prácticas quirúrgicas y tratamientos médicos experimentales y brutales con los pacientes más graves con menos recursos económicos, y sin familia que les reclamase. Esto no dejan de ser historias sin documentar, pero sabemos que se han descubierto y verificado casos similares. Tal vez, el ejemplo más célebre de ello, sea el sanatorio para tuberculosos de Waverly Hills, en Estados Unidos.


Sanatorio Waverly Hills en Lousville, Kentucky, Estados Unidos.



 El aspecto tétrico del sanatorio, es innegable.


Tampoco hay que olvidar que, a partir de 1962, pasó a ser una escuela-hogar-orfanato, en el que se impartía doctrina y formación falangista. Todos sabemos lo dura que era la enseñanza en aquellos años en el país, y la severidad con la que todavía se trataba a los niños durante esa época, por lo que no descartamos que pudiesen acontecer hechos traumáticos también en ese período.


Parte exterior oriental del sanatorio.


No obstante, en la grandiosa película-documental de Valentín Sarabia (la cual mencionamos con anterioridad y añadimos el link más arriba), podemos ver una entrevista realizada a un antiguo alumno del centro, cuando el edificio pasó a ser una escuela-hogar. En esta entrevista, el ex alumno relata, por ejemplo, cómo ubicaban juntos en una clase aparte a los niños que se orinaban encima y como les humillaban por ello. Su testimonio no deja indiferente a nadie.


 En la fotografía de la parte norte, tomada desde el quirófano, podemos ver las canastas y los restos de una cancha en estado deplorable.

Al margen de estos datos, hay que tener en cuenta que este enclave también vivió etapas de positividad y felicidad en la etapa de albergue juvenil. Durante este período, estuvo lleno de niños que acudían a él en verano. Allí, se divertían realizando actividades al aire libre, juegos, practicando deportes e incluso bañándose en la piscina del complejo que se encuentra enfrente del sanatorio, en el cual todavía se conserva, en penoso estado, la piscina, vestuarios y los restos de una cancha, con canastas y porterías, a modo de testigos mudos de gran cantidad de momentos y sentimientos felices de los niños que ahí jugaron y se divirtieron durante algo más de una década, hasta su cierre en 1995. Al igual que las energías negativas, estas energías más benevolentes también se han quedado adheridas de alguna manera a este lugar, trayendo como consecuencia un explosivo cóctel emocional en él.


Complejo de ocio, situado justo enfrente del sanatorio.

Lo que queda de las canchas. Al fondo, un pico de Sierra Espuña, alzándose sobre los pinares

Vestuarios. A día de hoy, en penoso estado.

 La piscina.

Curiosa y deformada panorámica del sanatorio.

 Espectacular imagen de la fachada principal.

Nosotros, tras decenas de visitas al lugar, nunca hemos podido ser testigos de nada visualmente paranormal. Aunque sí lo hemos sido de ruidos inexplicables (pasos, murmullos, golpes, sonidos residuales), y hemos recogido abundante material psicofónico.

La habitación quemada. La estancia más malévola del sanatorio.

No obstante, nos vemos en la obligación de decir que no todas las sensaciones inexplicables han sido negativas.

En ocasiones, hemos vivido momentos agradables como sensación de caricias y sensaciones positivas como alegría y optimismo.

Nuestra opinión es que la energía positiva aquí es residual, aunque a veces poderosa, mientras que la energía negativa, es más abundante, fuerte e inteligente.


 Pasillo tapiado del sótano. En él, mucha gente ha sentido malestar físico.

También hemos sido testigos y registrado numerosas anomalías con nuestro instrumental, entre las que podríamos destacar fuertes picos electromagnéticos en ciertas zonas, súbitas e inexplicables descargas de batería de nuestro equipo, y el comportamiento extraño y errático del aparataje, tales como extraños desenfoques, parpadeos en cámaras y linternas, y misteriosas pérdidas de archivos (vídeos, fotos, audios, etc), algunas de las cuales, pasaremos a mostraros a continuación, en la siguiente sección de este intenso y minucioso recorrido por el tétrico Sanatorio de Sierra Espuña.


EVIDENCIAS


Llegó la hora de reunir el material analizado tras la investigación de campo y sacar conclusiones.


 El equipo de Oniria Misterio en plena investigación. Concretamente, realizando una sesión de captura de psicofonías en el Sanatorio. Aquel día, decidimos, a la vez, realizar un experimento para intentar captar imágenes de espectro completo. En la imagen, en pleno proceso de preparación del mismo.


En este apartado, mostraremos las evidencias recogidas, acompañadas de una breve descripción previa del momento en que fueron capturadas, para intentar así, poner en situación al lector o espectador, antes de que proceda a ver/escuchar la evidencia.

Constará de 2 apartados; EVIDENCIAS DE AUDIO y EVIDENCIAS VISUALES.

EVIDENCIAS DE AUDIO

Para escuchar nuestras evidencias de audio, diríjase a nuestro perfil en Soundcloud, el cual, utilizaremos como plataforma para nuestras evidencias de audio. 



EVIDENCIAS VISUALES

En esta sección, os mostraremos las pruebas visuales que logremos recoger en nuestras investigaciones.

Las pruebas visuales en el Sanatorio de Espuña, no han sido de gran contundencia. Tras más de 6000 fotografías, no hemos conseguido capturar evidencias que se puedan considerar como excepcionales. aunque sí, como poco, curiosas.

La gran estrella de las evidencias ha sido, sin duda, el fenómeno "orbe".

Estas esferas luminosas crean mucha controversia en la comunidad paranormal. Algunos expertos, afirman que los orbes, son esferas que contienen la energía de los fallecidos, o son la manifestación física de algún tipo de energía paranormal. Otros, en cambio, opinan que sólo se trata de partículas de polvo en suspensión, insectos, fallos de las cámaras, etc.

En Oniria Misterio, pensamos que la grandísima mayoría de estos orbes, son fallos del aparataje o partículas de polvo o insectos. Aunque creemos, que un pequeño porcentaje de ellos, tiene una naturaleza extraña. No nos aventuramos a decir que pueda tratarse de energía, pero sí podemos decir que son anomalías visuales y desconocemos por qué se producen.

A continuación, os mostraremos las evidencias visuales más notables que hemos logrado recoger en el emblemático Sanatorio de Espuña. 


EVIDENCIA VISUAL #1



En la siguiente fotografía, tomada en el ala oeste de la primera planta, parece que no hay nada destacable a primera vista.




Sin embargo, si nos fijamos en la parte superior derecha de la puerta, donde señala la flecha, hay un extraño punto luminoso de naturaleza desconocida. También, hay algunos orbes. ëstos, son un claro ejemplo de polvo en suspensión, el cual, abunda en el sanatorio.



Si ampliamos la imagen y nos fijamos, podemos ver la anomalía luminosa, con una extraña forma.



En esta imágen, podemos ver la anomalía más en detalle. Como vemos, tiene una extraña forma de "C" bocabajo. También, parece desprender luz propia, y dejar una pequeña estela, lo que querría decir, que fué capturado en movimiento.

EVIDENCIA VISUAL #2




En la siguiente imagen, vemos a nuestra compañera Bea en el pasillo oriental de la primera planta. 



En la imagen superior de la imagen, donde señala la flecha, aparece un orbe de curiosas características. 




Si ampliamos la imagen, apreciaremos la total opacidad del orbe, así como también, la estela que parece dejar. Ésto, indicaría que fué capturado en movimiento, y que su velocidad, debía ser alta, ya que la exposición utilizada con la cámara, fué muy corta.

EVIDENCIA VISUAL #3




En la siguiente imagen, fué tomada en el ala este de la planta baja.




Fijándonos bien donde señala la flecha, podemos ver una extraña niebla verdosa, que parece salir de la habitación .




En esta imagen ampliada, podemos verla mejor,




Sin embargo, en esta fotografía tomada segundos después, la neblina ya no está. Ha desaparecido.


DESPEDIDA


Bien, amigos. Llegó el momento de despedirse.

Esperamos que hayan disfrutado de este artículo al menos la mitad que nosotros realizándolo.

Ha sido un placer narrar la historia de este magnífico lugar envuelto en misterio, y animamos a visitarlo a quien todavía no lo haya hecho, para que pueda vivir de primera mano, las impresiones y sensaciones que este edificio emana. No hace falta decir que siempre desde el respeto hacia el lugar y su entorno (demostrando que ya no caminamos apoyando los nudillos), y procurando ejercer el menor impacto posible en la zona, ya que como mencionamos con anterioridad, se trata de un espacio natural en el que habita multitud de fauna salvaje, por lo que es casi obligatorio, no gritar, dar golpes o realizar cualquier actividad que pueda perturbar la paz y tranquilidad de la zona circundante al enclave.


 Fotografía tomada al exterior desde la entrada principal. Como podemos ver, el sanatorio se encuentra rodeado de un precioso y tupido entorno natural.

Un dato a resaltar también, es el incierto porvenir del mismo sanatorio, el cual, si ya tenía un pasado oscuro, no lo es menos su futuro, corriendo incluso rumores sobre su posible demolición. Rumores que tampoco podemos corroborar, aunque sí desacreditar de alguna manera, ya que sabemos que en la actualidad, el edificio es propiedad de la Región de Murcia, y que el ayuntamiento de Alhama de Murcia, incluye al sanatorio dentro de su programa de conservación de edificios de interés cultural. Está catalogado como grado dos, lo que implica que se pueden hacer remodelaciones interiores y de saneamiento, pero siempre conservando el aspecto y estructura original del edificio, y nunca demoliéndolo. De todas maneras, su futuro es neblinoso, pues de no hacer nada con inmediatez, el inmueble comenzará a sucumbir por sí mismo, debido al excesivo deterioro al que está sometido. Ya poco o nada se podrá hacer por recuperarlo si esto llega a suceder.

Imagen de la parte trasera del sanatorio. Como se aprecia en la fotografía, el deterioro del edificio, es bastante acusado en algunas zonas.

Tenemos un caso parecido y bastante reciente; el del Sanatorio de Torremanzanas, en Alicante, del cual en la actualidad, sólo queda la fachada y carece de techumbre.


Sanatorio de Torremanzanas, en la provincia de Alicante.

En peor estado todavía, si cabe, se encuentra el sanatorio de La Alfaguara, en Granada, el cual, es ya poco más que un amasijo de ruinas.


Sanatorio de La Alfaguara, en Granada.

Otro caso prácticamente idéntico al del Sanatorio de Espuña, es el del Sanatorio de Agramonte, en Zaragoza, el cual, sufre un gran deterioro y tiene un alto riesgo de derrumbe.


Sanatorio de Agramonte, en Zaragoza. El estado de este edificio, es bastante grave.

¿Quién sabe qué pasará con el sanatorio de Espuña? ¿Lo remodelarán y le darán algún nuevo uso? ¿Dejarán que siga en el olvido, a merced de la dejadez, los vándalos y las inclemencias metereológicas, hasta que él mismo se desfallezca, para desplomarse, como un titán caído?


 Zona en peor estado del sanatorio.

Sólo el tiempo será capaz de responder a estas preguntas.


 Ventana del sótano, en el ala oeste.

Mientras tanto, seguiremos disfrutando de este impresionante lugar mientras siga en pié, y le añoraremos cuando se vaya si es que se va, pues con él se irán muchos recuerdos y algunas de las experiencias más increíbles que vivimos como investigadores de fenómenos paranormales.

 Pasillo oeste de la primera planta, muy cerca de la zona donde se efectuaron los disparos en el incidente con los militares que mencionamos con anterioridad.


Muchas gracias a todos los que hayan animado a leer este artículo y visitar esta página. Esperamos que su recorrido por ella, les haya sido grato. Agradeceremos y valoraremos mucho cualquier comentario, dato, anécdota o cualquier tipo de feedback por vuestra parte, ya que nos encanta compartir y comparar impresiones.

Un cordial saludo.

Oniria Misterio







TEXTO Y FOTOGRAFÍA: Oniria Misterio

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COLABORACIÓN FOTOGRAFÍA ARTÍSTICA:
Antonio Martínez Tomás

Podéis seguir el trabajo de este gran fotógrafo y artista en los siguientes enlaces:




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