EL VUDÚ

El vudú, algo conocido por todos e inevitablemente asociado a prácticas oscuras, debido a los definidos estereotipos propuestos e impuestos por la cultura popular, pero: ¿Qué hay de cierto en todo esto?

¿Qué es el Vudú?
El vudú es una religión que nació hace cientos de años en África. Está entre las religiones más antiguas del mundo.

Etimológicamente, la palabra vudú, procede de la traducción de una palabra africana, la cual, significa dios o espíritu, aunque otras versiones indican que proviene de la voz francesa vaudoux, que significa hechicero negro.

Origen

Esta religión, se originó en la zona de Nigeria, Togo, Benín y Ghana, donde habita el pueblo yoruba.

Es practicada por distintas tribus, como los Ewe, los Fon, los Mina o los Kabye (que moran en estas regiones antes mencionadas), así como en países centroamericanos y suramericanos principalmente, provenientes de los esclavos africanos que fueron llevados a este continente durante la época de la esclavitud.

Cultura e historia
El vudú, ha sufrido múltiples evoluciones a través del tiempo, y de él, se pueden encontrar distintas variaciones. La mezcla sincretista del vudú con el catolicismo en América tras el encuentro de ambos continentes, originó la santería en Cuba, o el candomblé en Brasil, combinando los santos católicos con los del panteón de dioses africanos.

Los dioses del vudú y sus creencias. Brujería asociada al vudú

En el vudú los espíritus, dominan todo. Sus dioses están muy jerarquizados, y dominan todas las fuerzas de la naturaleza; las rocas, los árboles, las corrientes de agua, los lugares, los cruces de los caminos,etc. Pero también a los clanes y tribus, las naciones y a las personas individualmente. Incluso, creen que los muertos siguen también viviendo con los vivos, y se les puede pedir ayuda y colaboración si se necesita. La completa naturalidad con la que el practicante del vudú se mueve en el mundo que le rodea y con el que convive, le lleva a un continuo trato de petición e intercesión con los espíritus. De ahí que haya sido tan fácil la asimilación de estos espíritus con los santos católicos en la formación de la santería y otras corrientes similares, tal y como hemos comentado anteriormente.

En el panteón vudú, el dios principal es un dios padre-madre andrógino, creador de todo, que tiene por debajo de sí multitud de dioses menores, aunque muy poderosos, llamados loas (orishas para los yorubas y la santería). El dios creador es Mawu, o Nana Buluku, y sus dioses hijos, son los encargados de los distintos lugares y territorios, así como de las distintas expresiones naturales (animales, mares, ríos, bosques, etc).

Otro dios hijo del creador, es Legba, quien actúa como intermediario entre los demás dioses hermanos suyos y el dios creador. Legba, a veces es representado como un joven, pero en Haití, tiene aspecto de anciano. Otro dios important, es Mami Wata, señor de las aguas, o Gu, quien regula el hierro y las armas. Sakpata, es el dios de las enfermedades, y Eshu, el mensajero entre los dioses y los hombres, responsable de las relaciones entre ambos mundos, y por lo tanto, el dios que regula el orden y la paz.

El paraíso se denomina Guinee o Guinea, lugar donde moran los dioses, y donde irá al morir la persona tras pasar por el último cruce de caminos, donde el dios Guede, habrá de dar o no paso al fallecido.

Los sacerdotes vudú, se denominan houngan (si es hombre) o mambo (si es mujer), y practican sus creencias en sus templos llamados hounfour. Un bokor, es una hechicera que sirve a los loas con la magia denominada blanca (para sanar y como protección), o con magia negra (para hacer enfermar, dañar o dar muerte).

En sus ritos, intervienen los dioses loas. Éstos, llegan a poseer a los participantes, manifestando así su presencia, que puede ser calmada o más agresiva, según el carácter propio del loa que posea al participante.

Los rituales vudú, están llenos de elementos naturales, como plantas y animales. Se hacen sacrificios animales para recompensar a los dioses. Los talismanes vudú, son estatuas o partes de animales que han sido secadas, y que protegen y ayudan en casos de necesidad, como enfermedad, heridas, o para mantener la salud y el vigor. Los brujos del vudú (bokor), dicen ser capaces de hacer hechizos contra enemigos para cumplir una venganza, pidiendo a los espíritus que sobre una persona o un grupo de ellas, caiga la desgracia, el dolor, el daño o la muerte.

El vudú, a menudo ha sido asociado en la cultura popular con prácticas como el satanismo y la magia negra, y esto se debe a la capacidad de los bokors o mambos para realizar tanto magia negra como blanca. Se dice que estos hechiceros, pueden crear zombis, utilizando pociones altamente tóxicas, así como utilizar talismanes que mantienen fuerzas malignas en un lugar o persona en concreto.

Los muñecos vudú con los que se pretende hacer daño a la persona que representan, no tienen su origen en el vudú ni en la santería, ya que los podemos encontrar en la hechicería más antigua, por ejemplo, en Egipto o en la Grecia helénica.

Lo que sí es propio del vudú africano son los pwen, objetos elaborados con distintos elementos, a veces con forma humana,  los cuales, sirven para atraer espíritus y tienen un efecto mágico y protector. Pueden tenerse en lugares propios o ponerlos en altares, práctica propia de las figuras bocio y nkisi de centroáfrica.

Vudú y satanismo en la cultura popular

El vudú ha sido asociado dentro de la cultura popular occidental con el satanismo, los zombis o muertos vivientes, y las muñecas vudú. Como acabamos de ver, todo esto es falso en gran medida, y simplemente es fruto de una serie de circunstancias catalizadas y llevadas a la mente del gran público occidental desde algunos cómics, novelas y películas populares de las últimas décadas.

Los sacerdotes del vudú afirman que la mayoría o casi totalidad de los que autodenominan sacerdotes vudú, no lo son, sino que se trata de embaucadores y charlatanes con conocimientos superficiales de la religión, que la utilizan en su provecho, cobrando sumas muy altas de dinero, algo que nunca haría un verdadero sacerdote houngan o mambo, ni un bokor, quienes no usan sus poderes para aprovecharse de nadie.

El vudú no es satanismo, no es magia negra, no es una religión de adoradores al Diablo. Es más, Satanás no tiene un significado propio y original dentro de esta religión. Aunque sí es cierto que en las mezclas del vudú original, como en la santería, se han incluído manifestaciones satánicas, sobre todo, en las variantes más ligadas a la magia y la hechicería, como el hoodoo.

El vudú más popular, está más ligado al que se originó en Haití con la colonización francesa. Ahí, surgió una mezcla o sincretismo entre el vudú original de África y ciertas costumbres cristianas. Resultó ser tan influyente y significativo, que hoy en día, el vudú se considera la religión oficial de Haití.

Y aquí concluye este artículo. Esperamos que haya sido de tu interés. Muchas gracias por leernos. Nos despedimos hasta la próxima publicación.

Cordiales saludos.

Oniria Misterio