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ASESINOS EN SERIE #10

Una nueva entrega de nuestra sección semanal "Asesinos en Serie", dedicada a estos temibles individuos. Echa un vistazo.

Fernando Hernández Leyva



Asesino en serie mexicano. Condenado en 1986 por 33 cargos de homicidio, cometidos en 5 estados de México. Confesó haber asesinado a alrededor de 100 personas, aunque se sospecha que su número real de víctimas, asciende a 137.

Poco se conoce sobre su infancia, por lo que no se sabe qué le llevó a desarrollar un comportamiento violento, que más tarde, daría lugar a más de 100 asesinatos y 6 secuestros. En un período de 13 años, fué arrestado en dos ocasiones, aunque logró escapar dos veces de su celda.  Un examen psicológico, realizado a Fernando Hernández, llevado a cabo por la policía, llegó a la conclusión de que se trataba de un psicópata que había matado por satisfacción personal.

Cuando las autoridades mexicanas informaron que habían arrestado a un individuo que afirmaba haber matado a más de 100 personas, muchos dudaron que esto fuera cierto, ya que no se tenía registro de la mayor parte de esos crímenes. Poco a poco, sin embargo, fué esclareciéndose la verdad.

Fernando Hernández Leyva, alias “Pancho López”, compareció ante las cámaras de televisión, y confesó haber matado a más de 100 personas, y secuestrado a 6. Cuando le preguntaron por qué lo había hecho, dijo: "los maté porque tenía que hacerlo. No sé hacer otra cosa".

Poco después, comenzó el juicio. Se le acusó, junto con tres cómplices, de varios cargos de robo y secuestro, además de los 137 asesinatos que terminaron imputándosele. Los crímenes, según las autoridades, fueron cometidos a lo largo de varios años en los estados de Morelos, Jalisco, Colima, Guanajuato y Michoacán. Poco después, sin embargo, el acusado habría de retractarse de sus declaraciones, y aunque admitió haber raptado a un periodista, y matado a un oficial de policía, dijo que los agentes judiciales lo habían golpeado para que confesara, y que además, lo amenazaron con violar a su esposa si no se declaraba culpable de los crímenes. Las autoridades, sin embargo, no hicieron ningún comentario acerca de las declaraciones de Leyva.

Cuando fué llevado a una penitenciaría del estado de Morelos, hubo protestas públicas de personas que querían hacer justicia por su propia mano. El criminal, fué puesto en máxima vigilancia, dado que tenía antecedentes de haber escapado de prisión en dos ocasiones anteriores. El fiscal, José Leonardo Castillo Pombo, dijo que a pocos días de haberse iniciado las investigaciones, el número de muertes que se le atribuían a Hernández Leyva, comenzó a crecer de manera alarmante.

En abril de 1999, Leyva intentó suicidarse en su celda. Sin embargo, el peso de Hernández (150kg), hizo que la soga improvisada se rompiera, sufriendo pequeñas lesiones menores.

Poco más se sabe de Fernando Hernández Leyva. Actualmente, se encuentra en el reclusorio de "La Palma" y, si cumple su condena completa, saldrá libre en el 2049, a los 84 años de edad.


Serhiy Fedorovich Tkach


Serhiy Fedorovich Tkach, alias Sergey, fué un sesino en serie ucraniano, condenado por el asesinato de 37 mujeres y niñas en Ucrania entre 1980 y 2005.

Nació el 15 de septiembre de 1952 en Kiselyovsk , Rusia. Sirvió en el ejército soviético y, según sus vecinos, afirmaba ser un veterano de la invasión soviética en Afganistán. Tkach, trabajó como investigador criminal de la policía en Kemerovo Oblast, donde fué recomendado para ingresar en una escuela del Ministerio del Interior, hasta que fué descubierto falsificando pruebas y se le obligó a renunciar. Posteriormente, Tkach realizó diferentes trabajos antes de pasar a trabajar nuevamente como investigador criminal de la policía, en la región de Dnipropetrovsk .

En 1984, las mujeres jóvenes y las niñas, comenzaron a desaparecer notablemente en el Óblast de Kharkiv, el Zaporizhia Oblast, Dnipropetrovsk, y Crimea, en el este de Ucrania, cerca de donde vivía y trabajaba Tkach. Atacaba a víctimas femeninas de entre 8 y 18 años de edad, que serían violadas, asfixiadas y violadas postmortem. Tkach, usó su conocimiento policial para engañar a otros que investigaban sus asesinatos, como elegir víctimas cerca de líneas ferroviarias tratadas recientemente con alquitrán, con la intención de eludir el olfato de los perros policiales.

En agosto de 2005, Tkach asistió al funeral de una de sus víctimas, donde los niños que también asistían, afirmaron haberlo visto con la víctima poco antes de su muerte. Tkach, fué arrestado en su casa de Polohy, y admitió sus crímenes, alegando haber matado a más de 100 personas hasta su detención. Pidió la pena de muerte. Después de un juicio que duraría 1 año, en 2008, un tribunal de Dnipropetrovsk, lo condenó a cadena perpetua por el asesinato de 37 mujeres y niñas durante más de dos décadas. A lo largo de los años, 15 hombres fueron encarcelados injustamente por algunos de los asesinatos de los cuales Tkach, fué declarado culpable, uno de los cuales se suicidó, y otro no fué liberado hasta marzo de 2012.

Serhiy Tkach, murió en la Prisión No. 8 de Zhytomyr, donde cumplía su sentencia, el 4 de noviembre de 2018, a las 7 pm hora local. La causa de la muerte, fué la insuficiencia cardíaca. Tkach, fué enterrado el 7 de noviembre por el personal de la prisión, ya que ninguno de sus familiares, reclamó el cuerpo.



Gerald Eugene Stano



Un asesino en serie estadounidense, autor de cuarenta homicidios.

Gerald Eugene Stano, nació en Florida en 1951, pero fué hijo adoptado. Desde su infancia, sufrió persistentes problemas en el colegio, lo que llevaría a su fracaso escolar. Después de unos años en la academia militar de Virgina, se graduó finalmente en la Universidad de Daytona Beach, y posteriormente, iría trabajar con su padre adoptivo en una gasolinera, aunque también trabajó como cocinero y camarero. Se interesaba por las mujeres, pero todas ellas lo rechazaban, lo que hizo que Stano, intensificara su resentimiento hacia ellas. Según comentaba el propio Stano, algunas "se rieron en sus narices".

Los primeros asesinatos, fueron en Nueva Jersey, en 1969. Posteriormente, se dirigió a Pennsylvania, donde acabó con la vida de una docena de chicas. Finalmente, volvería a su Florida natal, donde sembró el pánico en el estado, al acabar con otras 33 vidas entre 1973 y 1980. Absolutamente devoto de su perversa obsesión, Stano prefería prostitutas y autoestopistas, aunque una de sus víctimas, fué una cheerleader. Sus edades, oscilaban entre los 13 y los 30 años, y sus armas eran variadas pasando por la pistola, el apuñalamiento e, incluso, la estrangulación. Ninguna de las víctimas sufrió abusos sexuales. Stano, tenía suficiente con el simple acto del asesinato.

Sus fechorías, acabaron en 1980, cuando fué arrestado. Una víctima, escapó milagrosamente de las manos del asesino en Daytona Beach. Ya detenido, Stano confesó en unas declaraciones maratonianas. Los policías, pudieron inculparle veinticuatro víctimas tan sólo en Florida. En diciembre de 1983, Stano, dió detalles exhaustivos de 41 asesinatos. Su novena condena, por el asesinato de una chica de 17 años en Port Orange, supuso la pena capital. Murió en la silla eléctrica, el 2 de junio de 1986.

Thierry Paulin



Apodado La Bestia de París, y El Monstruo de Montmartre, ​ Thierry Paulin, fué un asesino en serie francés de la década de 1980.

Nació en Fort-de-France, Martinica. Su padre, viajó a Francia después de su nacimiento, dejando atrás a Paulin y a su madre. Como su madre no era más que una adolescente en ese entonces, Paulin, fué criado en Martinica por su abuela paterna. La abuela, dueña de un restaurante, prestaba poca atención a su nieto. A la edad de diez años, Pauli comenzó a vivir con su madre, quien se había vuelto a casar, tratando de adaptarse a sus hermanastros.

Poco a poco, se empezó a notar el comportamiento errático y violento de Paulin frente a otros niños, por lo que eventualmente, su padre decidió llevárselo con él a Toulouse, Francia.

Como estudiante de raza mestiza entre blancos, Paulin, tenía pocos amigos, y se desempeñaba pobremente en las actividades académicas. A los 17 años, decidió entrar al servicio militar, uniéndose a las tropas paracaidistas. Sin embargo, sus compañeros, lo despreciaban por su raza y su homosexualidad.

El 14 de noviembre de 1982, robó a una anciana en su tienda, amenazándola con un cuchillo. Sin embargo, al ser reconocido por la dueña de la tienda, Paulin fué arrestado. En junio de 1983, se le condenó a 2 años a prisión, pero la sentencia fué suspendida (avec sursis), permitiendo a Paulin salir en libertad.

En 1984, después de dejar el ejército, Paulin se enteró que su madre y su familia, ahora vivían en Nanterre, un suburbio al norte de París. Fue allí a vivir con ellos, pero su relación era hostil.

Trabajó como camarero en Paradis Latin, un club nocturno, famoso por sus espectáculos de travestis. Allí, comenzó una carrera como artista, vestido y cantando canciones de su cantante favorita, Eartha Kitt.

Paulin conoció en el Paradis Latin a Jean-Thierry Mathurin, de 19 años de edad, nacido en la Guayana Francesa, y un adicto a las drogas. Paulin, se enamoró de él, y pronto se hicieron amantes. Paulin también era adicto y además, vendía drogas.

El 5 de octubre de 1984, dos mujeres mayores, fueron asaltadas en París. Germaine Petitot, de 91 años, sobrevivió, pero quedó demasiada traumatizada para dar detalles de los criminales. Anna Barbier-Ponthus, de 83 años, murió poco después de ser golpeada y asfixiada con una almohada. Su asesino, le había robado 300 francos (unos 50 dólares).

En octubre y noviembre de 1984, ocho mujeres ancianas fueron asesinadas en el Distrito 18 de París, pero también en otros barrios cercanos. La violencia de los crímenes, era horrible. Algunas de las víctimas, tenían sus cabezas en bolsas de plástico, otras, eran golpeadas hasta la muerte, y una de ellas, fué obligada a beber limpiador de desagües. En todos los casos, el motivo parecía ser el robo. Algunos informes, dicen que Paulin atacaba a las mujeres que le parecían desagradables u hostiles cuando él hablaba con ellas, aunque él, declaró:​ "Sólo abordé a las más débiles".

Al mismo tiempo, Paulin y Mathurin llevaban un estilo de vida extravagante, pasando sus noches bailando, bebiendo champán, y esnifando cocaína. A finales de noviembre, decidieron ir a Toulouse para quedarse unos meses en la casa del padre de Paulin. Pero el anciano padre, era incapaz de aceptar al amante de su hijo, lo que tuvo como consecuencia varias peleas violentas, provocando que Paulin y Mathurin, se separasen. Mathurin, regresó a París, mientras que Paulin, trató de emprender su propia casa de artistas travestis, un proyecto que se desvaneció en otoño de 1985.

Desde el 20 de diciembre de 1985 hasta el 14 de junio de 1986, 8 mujeres ancianas fueron asesinadas. La policía, era incapaz de identificar al asesino, aunque los investigadores, tenían algunas pistas. Se determinó, a través de pruebas de huellas dactilares, que el autor, era el mismo individuo que cometió los asesinatos de 1984.

En el otoño de 1986, Paulin atacó a uno de sus distribuidores de cocaína con un bate de béisbol. El camello, le denució a la policía, y fué arrestado. Le condenaron a 16 meses de prisión por el asalto, pasando un año en la Prisión de Fresnes (Valle del Marne). Tras su liberación, Paulin se enteró de que era seropositivo.

Sabiendo de la sentencia de muerte a causa del SIDA, Paulin organizó grandes fiestas, gastando mucho dinero. Pagó estas fiestas con tarjetas de crédito robadas y cheques, y el dinero robado en los asesinatos.

El 25 de noviembre de 1987, Paulin asesinó a Rachel Cohen, de 79 años. El mismo día, atacó a una mujer de 87 años, Berthe Finalteri, a quien asfixió y dió por muerta. Dos días después, estranguló a Genevieve Germont, que sería su última víctima.

Mientras Paulin celebraba su cumpleaños número 24, madame Finalteri, se recuperó inesperadamente, y fué capaz de dar una descripción de su atacante, diciendo que era "un mestizo de unos veinte años, con el cabello como Carl Lewis y un pendiente en su oreja izquierda". El 1 de diciembre, Paulin fué arrestado mientras caminaba por la calle cuando un inspector de policía, Francis Jacob, lo reconoció por la descripción de Madame Finalteri. Después de dos días en custodia, Paulin admitió todo, incluyendo su involucración con Mathurin. Acusado de 18 asesinatos, (aunque él se atribuyó la responsabilidad de 21), fué enviado a prisión en espera de juicio.

A principios de 1988, Paulin cayó enfermo. Su cuerpo, comenzaba a sucumbir ante los efectos del SIDA.​ Fué hospitalizado en estado de parálisis casi total, sufriendo de tuberculosis y meningitis. Murió la noche del 16 de abril de 1989, en el hospital de la Prisión de Fresnes.

Sólo Mathurin fué juzgado por los primeros 9 asesinatos, recibiendo una cadena perpetua, además de 18 años sin libertad condicional. Fué encarcelado hasta enero de 2009.

Robert Lee Yates Jr.



Asesino en serie estadounidense de Spokane, Washington. Entre 1996 y 1998, Yates asesinó al menos a 16 mujeres, todas prostitutas que trabajaban en  el "Skid Row" en E. Sprague Avenue. Yates, también confesó dos asesinatos cometidos en Walla Wall, en 1975, y un asesinato en 1988, en el condado de Skagit. En 2002, fué condenado por asesinar a dos mujeres en el condado de Pierce. Actualmente, se halla en el corredor de la muerte en la penitenciaría estatal de Washington.

Yates solicitaba a las víctimas tener sexo con ellas (a menudo en su camioneta Ford de 1979). Después, las asesinaba y se deshacía de sus cuerpos en localidades rurales. Todas sus víctimas, murieron de heridas de bala en la cabeza. 8 de los asesinatos, fueron cometidos con un Raven .25, y un intento de asesinato, vinculado al mismo modelo de arma. Un detalle particularmente extraño de los asesinatos de Yates, es el caso de Melody Murfin, cuyo cuerpo, fué enterrado en el patio, justo debajo de la ventana de la habitación de Yates.

El 1 de agosto de 1998, Yates recogió a la prostituta Christine Smith, que se las arregló para escapar después de ser disparada, asaltada y robada. El 19 de septiembre de 1998, se le pidió a Yates una muestra de ADN para la policía de Spokane, a lo que en principio, se negó, alegando que era una solicitud demasiado extrema para un "hombre de familia." Por supuesto, dicha prueba de ADN, fué lo que llevó a su detención.

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