Es una de las prisiones más antiguas del país, y una de las primeras construídas en la región de Oremburgo, diseñada con la única función de albergar a reclusos sentenciados a cadena perpetua. A lo largo de su historia, este descomunal complejo penitenciario, ha pasado por muchas etapas.
En algún momento de su existencia, fué sede de un campo de trabajos forzados, y también, hospital penitenciario. Su primera mención data de 1745.
Tras la disolución de la Rebelión Cosaca de 1773, se construyó para la deportación de delincuentes. El sobrenombre de "Delfín Negro", viene de una escultura fabricada por los mismos reclusos, situada en una fuente cercana a la entrada principal.
El giro más importante deñ recito se produjo en 2000, año en el que Vladimir Putin, asumía la presidencia del país. Desde ese momento, se convirtió en una prisión de máxima seguridad, la más impenetrable de todo el país, y una de las más estrictas del planeta.
Se cuenta que uno de los pocos presidiarios que logró salir de esta cárcel, acabó asesinando a alguien en el mismo tren que lo llevaría de vuelta a casa. Desde entonces, las autoridades de Delfín Negro, supieron que los que entran allí, serán un peligro permanente para la sociedad, de manera que la opción de salir de ahí, es prácticamente inexistente.
El caníbal Vladimir Nikolayev, es uno de los asesinos más famosos de Rusia, y se encuentra cumpliendo condena en el Delfín Negro.
Asegura que mató accidentalmente a un hombre en una pelea de borrachos, y que fué este suceso el que despertó su gusto por la carne humana.
Nikolayev, declaró una vez:
“¿Qué iba a hacer? Lo arrastré hasta el baño, lo desvestí y comencé a cortarlo”.
“Corté su cabeza, brazos y piernas y de repente sentí que algo me llamaba y pensé en probarlo. Corté un pedazo de carne de su muslo y lo herví. Lo probé y no me gustó, entonces lo corté y lo freí en una sartén”.
“Le di algo de carne a uno de mis amigos, se la llevó a su casa y se la dió a su mujer. Ella preparó albóndigas, que después comió toda la familia”.
“Le dije que era canguro, no tenemos canguros por aquí. No supieron qué fue”, relató.
“¿Qué iba a hacer? Lo arrastré hasta el baño, lo desvestí y comencé a cortarlo”.
“Corté su cabeza, brazos y piernas y de repente sentí que algo me llamaba y pensé en probarlo. Corté un pedazo de carne de su muslo y lo herví. Lo probé y no me gustó, entonces lo corté y lo freí en una sartén”.
“Le di algo de carne a uno de mis amigos, se la llevó a su casa y se la dió a su mujer. Ella preparó albóndigas, que después comió toda la familia”.
“Le dije que era canguro, no tenemos canguros por aquí. No supieron qué fue”, relató.
A veces, los prisioneros trabajan confeccionando ropa y leen un poco, pero fuera de eso, no hay gran cosa qué hacer. Entre los pasillos del Delfín Negro, sólo hay silencio y la obligación de decir “Sí, Señor” cuando una autoridad ordena algo.
Debido a la naturaleza de esta prisión, es difícil que los medios de comunicación puedan entrar a ver cómo transcurre la vida para los guardias y sus prisioneros. Según datos oficiales, hay 900 oficiales (más que presos) a cargo en el Delfín Negro.
A la llegada de los presos a la cárcel, los guardas de la prisión los escoltan con los ojos vendados, de tal manera que no puedan orientarse en caso de que alguno intente escaparse. Incluso a la hora de ser llevados de un edificio a otro, es obligatorio que estén a ciegas. Otra característica principal, es que los presos son trasladados (a parte de esposados) en posición fetal, con las manos a la espalda por encima de la cadera. Esta postura, permite a los guardias ejercer un máximo control sobre el reo, puesto que su capacidad de movimiento queda prácticamente reducida, por lo que es prácticamente imposible atacar a los funcionarios. Aunque ha habido numerosos rumores sobre posibles malos tratos a los presos, nunca se han confirmado incidentes ni quejas de ninguna clase.
Dentro del edificio, los presos permanecen aislados las 24 horas del día en una celda reforzada por tres puertas de acero. Tan sólo disponen de hora y media, tiempo que aprovechan para hacer ejercicio en una celda de espacio reducido, mientras los guardias, registran la celda por si hubiese contrabando. A lo largo de la jornada, son vigilados continuamente y con frecuencia, no se les permite acostarse o sentarse en sus literas hasta que se les conceda el permiso. Cada cuarto de hora, son vigilados para asegurarse de que cumplen las normas. En cuanto a la comida, comen cuatro veces al día en su propia celda.
Incluso para “salir” a hacer ejercicio, los prisioneros tienen un pequeño espacio techado y cubierto completamente con malla ciclónica que destruye cualquier posibilidad de escape.
Sin embargo, la vida de los reclusos no es tan mala como parece. Se les permite tener libros y periódicos, pueden acceder a la biblioteca y a la iglesia ubicadas dentro de la prisión, y sus celdas están equipadas con televisores. También pueden hacer llamadas telefónicas y reunirse con parientes y amigos, ya que se les permiten cuatro visitas al año, una de ellas, de hasta tres días.
Además, los reclusos del Delfín negro cuentan ahora con equipos informáticos especiales donde pueden revisar sus casos, registrar quejas sobre abusos, o solicitar trabajo, con el que también tienen la oportunidad de comprar alimentos o artículos personales adicionales, así como pagar una indemnización a las víctimas de sus delitos.
Sin embargo, el control dentro de las paredes de la prisión es máximo. Todos los presos permanecen vigilados las 24 horas mediante cámaras CCTV, y las luces, se mantienen siempre encendidas. Cada 15 minutos, se realizan rondas para verificar las celdas. Este estricto régimen de seguridad, ha garantizado por más de medio siglo que nadie haya escapado jamás del 'Delfín Negro'.
Se llegan a alcanzar lo -40ºC en la zona donde está ubicada la prisión, por lo que en caso de escapar, las probabilidades de morir de frío son altísimas.
Para que nadie pueda olvidar por qué está encerrado allí, y para que cualquier simpatía que los guardias puedan sentir hacia los presos, desaparezca de inmediato, la dirección de la cárcel tomó hace tiempo una curiosa decisión: colocar en la entrada de cada celda una lista con los crímenes cometidos por su huésped.
Al ser un espacio completamente hermético, la única conexión que disponen con el exterior, es la literatura, los periódicos, la televisión, y la radio.
La prisión ha generado controversia en los últimos años, llegando a ser comparada con los infames gulags soviéticos, campos de concentración que funcionaron entre 1930 y 1960.
Además, algunos internos se han automutilado en protestas por las inhumanas condiciones de vida y los maltratos que aseguran soportar. Sin embargo, el Gobierno Ruso ha desmentido tales acusaciones, y no se plantea cerrar o cambiar las condiciones de esta famosa prisión de máxima seguridad bajo ningún concepto.
Esperamos que este breve paseo por tan inhóspito emplazamiento, haya sido de tu ainterés.
Un cordial saludo.
Oniria Misterio
Incluso para “salir” a hacer ejercicio, los prisioneros tienen un pequeño espacio techado y cubierto completamente con malla ciclónica que destruye cualquier posibilidad de escape.
Además, los reclusos del Delfín negro cuentan ahora con equipos informáticos especiales donde pueden revisar sus casos, registrar quejas sobre abusos, o solicitar trabajo, con el que también tienen la oportunidad de comprar alimentos o artículos personales adicionales, así como pagar una indemnización a las víctimas de sus delitos.
Sin embargo, el control dentro de las paredes de la prisión es máximo. Todos los presos permanecen vigilados las 24 horas mediante cámaras CCTV, y las luces, se mantienen siempre encendidas. Cada 15 minutos, se realizan rondas para verificar las celdas. Este estricto régimen de seguridad, ha garantizado por más de medio siglo que nadie haya escapado jamás del 'Delfín Negro'.
Para que nadie pueda olvidar por qué está encerrado allí, y para que cualquier simpatía que los guardias puedan sentir hacia los presos, desaparezca de inmediato, la dirección de la cárcel tomó hace tiempo una curiosa decisión: colocar en la entrada de cada celda una lista con los crímenes cometidos por su huésped.
Al ser un espacio completamente hermético, la única conexión que disponen con el exterior, es la literatura, los periódicos, la televisión, y la radio.
Además, algunos internos se han automutilado en protestas por las inhumanas condiciones de vida y los maltratos que aseguran soportar. Sin embargo, el Gobierno Ruso ha desmentido tales acusaciones, y no se plantea cerrar o cambiar las condiciones de esta famosa prisión de máxima seguridad bajo ningún concepto.
Esperamos que este breve paseo por tan inhóspito emplazamiento, haya sido de tu ainterés.
Un cordial saludo.
Oniria Misterio
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