Ayer, se cumplieron 130 años del primer homicidio cometido por uno de los asesinos en serie más célebre e infame de todos los tiempos. Hablamos de Jack el Destripador, quien a finales del siglo XIX, sembró el terror en las calles del Londres victoriano, más concretamente, en el barrio de WhiteChapel.
El 31 de agosto de 1888, el cuerpo sin vida de una prostituta, aparece de madruga en la calle Durward del londinense barrio de WhiteChapel. Su nombre, Mary Ann Nichols. El cadáver, presentaba profundos cortes de precisión casi milimétrica en abdomen y garganta.
WhiteChapel, es un barrio situado a poco más de cinco kilómetros del centro de Londres. A finales del siglo XIX (en plena época victoriana), difería mucho del distrito moderno que es en la actualidad. En sus calles, estaban presentes la delincuencia, el alcoholismo, el racismo y por supuesto, la prostitución. Inmigrantes de múltiples nacionalidades, convivían hacinados en viviendas míseras, inmersos en la pobreza.
Sin duda, uno de los casos sin resolver más famosos de Scotland Yard. No hay otro tan célebre y mediático como el de Mary Ann Nichols, la primera víctima oficial de un asesino en serie de identidad desconocida, que fué apodado como Jack el Destripador, por motivos más que obvios.
Durante las semanas siguientes, tuvieron lugar otros tres asesinatos. Todos ellos tenían un denominador común; las víctimas eran mujeres que se dedicaban a la prostitución. Todos los homicidios, fueron brutales, sádicos y desmesurados.
En algo más de un mes, llegó el último de los cinco asesinatos que se atribuyen a Jack el Destripador. La víctima fué Mary Jane Kelly. Los agentes la encontraron sin vida el 9 de noviembre, tendida en su cama en una vivienda de Miller's Court. Salvo el de Elizabeth Stride, todos los cadáveres aparecían mutilados, desfigurados, con cortes en la garganta, el vientre y la zona genital. Para incredulidad de Scotland Yard, aquella oleada de crímenes tuvo lugar en un radio de 1,5 kilómetros.
Ya a finales del siglo XIX, muchos se cuestionaban si los crímenes que se vinculados a Jack El Destripador, fueron perpetrados por una única persona. La oleada de crueles asesinatos que asoló el East End de Londres entre abril de 1888 y febrero de 1891 se saldó con 11 víctimas, todas ellas mujeres de precaria situación. Miles de teorías, han surgido con el paso de los años, pero ninguna de una solidez contundente. Tanto apasiona este caso, que incluso, se ha creado un especialidad para los expertos en Jack el Destripador y los Crímenes de WhiteChapel; la denominada Ripperología.
A pesar de los esfuerzos realizados por la policía, y la cantidad de teorías que han circulado hasta la fecha, ayer 31 de agosto de 2018, se cumplieron 130 años de los célebres asesinatos, sin que se haya dado todavía con la identidad de Jack el Destripador.
El 31 de agosto de 1888, el cuerpo sin vida de una prostituta, aparece de madruga en la calle Durward del londinense barrio de WhiteChapel. Su nombre, Mary Ann Nichols. El cadáver, presentaba profundos cortes de precisión casi milimétrica en abdomen y garganta.
WhiteChapel, es un barrio situado a poco más de cinco kilómetros del centro de Londres. A finales del siglo XIX (en plena época victoriana), difería mucho del distrito moderno que es en la actualidad. En sus calles, estaban presentes la delincuencia, el alcoholismo, el racismo y por supuesto, la prostitución. Inmigrantes de múltiples nacionalidades, convivían hacinados en viviendas míseras, inmersos en la pobreza.
Sin duda, uno de los casos sin resolver más famosos de Scotland Yard. No hay otro tan célebre y mediático como el de Mary Ann Nichols, la primera víctima oficial de un asesino en serie de identidad desconocida, que fué apodado como Jack el Destripador, por motivos más que obvios.
Durante las semanas siguientes, tuvieron lugar otros tres asesinatos. Todos ellos tenían un denominador común; las víctimas eran mujeres que se dedicaban a la prostitución. Todos los homicidios, fueron brutales, sádicos y desmesurados.
El 8 de septiembre de 1888, los agentes encontraron los restos de Annie Chapman. La causa de su muerte fueron, al igual que en la anterior víctima, las heridas producidas por un objeto cortopunzante, y de una pecisión increíblemente afinada.
22 días después en la madrugada del 30 de ese mismo mes, aparecieron otros dos cuerpos; los de Elizabeth Stride y Catherine Eddowes. La primera (Elizabeth), sólo había sufrido un corte profundo en el cuello, lo que en su momento llevó a pensar a los investigadores que el asesino se habría visto sorprendido durante el crimen.
Sin embargo, se ensañó con la segunda de las víctimas(Catherine), desplegando una violencia extrema, y llegando incluso, a extirpar algunos de sus órganos, como los riñones.
A día de hoy, el mito de Jack el Destripador sigue vivo todavia, y casi un siglo y medio después, aún se recuerdan sus terribles crímenes, y se inmortaliza cada día un poco más, alimentado por el cine, la literatura, y la cultura popular, quienes han hecho de este terrible personaje, todo un estandarte en la iconografía del horror.
Esperamos que el breve recorrido por estos macabros suceso y este siniestro personaje, haya sido de tu agrado e interés.
Cordiales saludos.
Oniria Misterio
Comentarios
Publicar un comentario